En muchas ocasiones después de comprar alguna moneda tenemos la sensación de si será buena o será una falsa y nos la han colado, la duda ya está solamente por el precio de ganga al que la hemos conseguido.
Antes esto habrá que seguir unas pautas para verificar si es autentica o no.
Lo primero que hay que hacer es conseguir información sobre los datos de la moneda autentica, como el material de su composición, el peso, el diámetro, el grosor, el canto y las características en leyendas, grabados o estrellas que la diferencien de otros ejemplares similares, como por ejemplo la moneda de 5 pesetas de 1885 de Alfonso XIII, las hay con estrellas 18-85, 18-86 y 18-87, y de éste ultimo año también con ensayadores MS M y con MP M, es decir hay 4 modelos de esa moneda aparentemente iguales.
Comprobaremos que toda la información que tenemos coincide con nuestra moneda, empezando por el tamaño y el peso. El tamaño en épocas antiguas (siglos anteriores al XVII) puede ser irregular. El peso puede variar un poco según desgaste. Necesitaremos un bascula que mida al menos una décima de gramo, imprescindible para cualquier iniciado en numismática. Un 2% en monedas grandes y un 3% en pequeñas si existen desgastes acusados es el peso máximo admisible que le puede faltar a una moneda.
Podemos pasarle un imán para comprobar el material, son atraídos el hierro y el nickel, nunca la plata ni el oro. Las monedas modernas suelen ser aleaciones que según cuanto nickel tienen son o no atraídas.
El canto es difícil de falsificar en monedas antiguas, del siglo XVIII y XIX, en columnarios, 8 reales, duros del centenario, maravedis, ... suelen tener cantos con leyendas o cordones, pocas veces liso.
El color debe ser uniforme, no tener zonas cambiantes, pudieran ser restos de dorado o plateado.
Si todo coincide debemos comparar la moneda con otra que sabemos es autentica, por ejemplo de una foto de internet, de alguna pagina web de numismática, como numisbids ó coinarchives.
Los médotos de falsificación son muchos. Las fundidas se suelen reconocer por la falta de detalles en los relieves y a veces por los poros y puntitos.
También es común utilizar una moneda autentica y modificarle una pequeña parte para que se convierta en un ejemplar que está mucho mas cotizado. Por ejemplo, las pesetas españolas suelen tener el año de acuñación grabado en la estrella, algunos años son muy comunes y otros muy raros, caso de las 5 pesetas de 1949 (duro grande) donde es muy común del año 49 ó 50 y muy raro del 51 ó 52, la cotización pasa a multiplicarse por mas de 1.000 veces.
Las monedas españolas mas falsificadas son las que más escasas y de mayor cotización tienen, como las 5 pesetas de 1869, 5 pesetas de 1871 con estrella 73 o con resello de Portugal, 5 pesetas 1888 MSM, 100 pesetas de 1966 con estrella 69, 25 pesetas 1995 Castilla León (sin "y"), etc.
Antes esto habrá que seguir unas pautas para verificar si es autentica o no.
Lo primero que hay que hacer es conseguir información sobre los datos de la moneda autentica, como el material de su composición, el peso, el diámetro, el grosor, el canto y las características en leyendas, grabados o estrellas que la diferencien de otros ejemplares similares, como por ejemplo la moneda de 5 pesetas de 1885 de Alfonso XIII, las hay con estrellas 18-85, 18-86 y 18-87, y de éste ultimo año también con ensayadores MS M y con MP M, es decir hay 4 modelos de esa moneda aparentemente iguales.
Comprobaremos que toda la información que tenemos coincide con nuestra moneda, empezando por el tamaño y el peso. El tamaño en épocas antiguas (siglos anteriores al XVII) puede ser irregular. El peso puede variar un poco según desgaste. Necesitaremos un bascula que mida al menos una décima de gramo, imprescindible para cualquier iniciado en numismática. Un 2% en monedas grandes y un 3% en pequeñas si existen desgastes acusados es el peso máximo admisible que le puede faltar a una moneda.
Podemos pasarle un imán para comprobar el material, son atraídos el hierro y el nickel, nunca la plata ni el oro. Las monedas modernas suelen ser aleaciones que según cuanto nickel tienen son o no atraídas.
El canto es difícil de falsificar en monedas antiguas, del siglo XVIII y XIX, en columnarios, 8 reales, duros del centenario, maravedis, ... suelen tener cantos con leyendas o cordones, pocas veces liso.
El color debe ser uniforme, no tener zonas cambiantes, pudieran ser restos de dorado o plateado.
Si todo coincide debemos comparar la moneda con otra que sabemos es autentica, por ejemplo de una foto de internet, de alguna pagina web de numismática, como numisbids ó coinarchives.
Los médotos de falsificación son muchos. Las fundidas se suelen reconocer por la falta de detalles en los relieves y a veces por los poros y puntitos.
También es común utilizar una moneda autentica y modificarle una pequeña parte para que se convierta en un ejemplar que está mucho mas cotizado. Por ejemplo, las pesetas españolas suelen tener el año de acuñación grabado en la estrella, algunos años son muy comunes y otros muy raros, caso de las 5 pesetas de 1949 (duro grande) donde es muy común del año 49 ó 50 y muy raro del 51 ó 52, la cotización pasa a multiplicarse por mas de 1.000 veces.
Las monedas españolas mas falsificadas son las que más escasas y de mayor cotización tienen, como las 5 pesetas de 1869, 5 pesetas de 1871 con estrella 73 o con resello de Portugal, 5 pesetas 1888 MSM, 100 pesetas de 1966 con estrella 69, 25 pesetas 1995 Castilla León (sin "y"), etc.
5 pesetas 1869 FALSA
5 pesetas 1869 Autentica
Reverso de 5 pesetas 1871 Amadeo FALSA
Reverso autentico 5 pesetas 1871 Amadeo.
Las monedas Falsas de las imágenes son copias de muy mala ejecución, cualquier experto o aficionado medio las distinguiría de un vistazo rápido. Existen ejemplos de falsificaciones de mucha mejor calidad.
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